Minería sostenible

PRESERVACIÓN, CUIDADO DEL ENTORNO NATURAL Y RECONVERSIÓN POSITIVA.

La minería, como el conjunto de la actividad productiva mundial, se enfrenta al reto de la transformación energética y digital. De hecho, la industria minera ya lleva tiempo incorporando nuevos procesos con la prioridad de garantizar su propia sostenibilidad.

En la minería de hoy, las compañías mineras trabajan por la mejora continua de su gestión ambiental, adquiriendo un compromiso con una producción sostenible a través de políticas basadas en la economía circular y los ODS.

Hoy en día, las compañías priorizan una gestión eficiente y sostenible del consumo de agua dotando a sus operaciones de las mejores técnicas disponibles para su tratamiento, lo que les permite operar con plenas garantías de protección ambiental e incrementar la recirculación del agua minimizando el consumo procedente de fuentes externas. También desarrollan e implementan procedimientos para el cálculo de la huella ambiental (de carbono e hídrica) y la conservación y protección de la biodiversidad y los ecosistemas, así como la mejora de la gestión actual de los residuos industriales.

De igual modo, las compañías estudian nuevas soluciones viables y sostenibles para el tratamiento del mineral por medio de tecnologías aún más limpias y capaces de recuperar los metales.

Por todo ello, la minería de hoy transita hacia una minería verde, demostrando un compromiso ineludible con una producción sostenible y responsable y llevando a cabo proyectos para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, además de sumarse a la lucha contra el cambio climático. Pero este compromiso requiere un importante esfuerzo inversor, de ahí la importancia de contar con el compromiso de los poderes públicos a través de iniciativas como la Alianza Europea de las Materias Primas Minerales o la Estrategia Española de las Industrias de las Materias Primas Minerales Sostenibles, a fin de garantizar el suministro de materias primas clave para afrontar con éxito la transición energética, ecológica y la digitalización de la economía para reducir la dependencia del exterior e incrementar la resiliencia y sostenibilidad de la UE.